Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, División Ciencias Biológicas y de la Salud, Departamento de Biotecnología, Área de Bioquímica de Macromoléculas.
Doctor Jorge Soriano Santos
Introducción:
La relación entre el consumo de café y el desarrollo prevención del cáncer es un tema de gran interés, debido a que se han identificado una gran cantidad de compuestos que podrían vincularse con diversos mecanismos biológicos que participan en la inhibición de los diferentes tipos de cáncer.
a cafeína es un compuesto del café muy controversial ya que su consumo se ha asociado con un mayor riesgo de presentar cáncer, sin embargo se ha encontrado que este hecho es improbable, ya que se ha observado que tomar 5 tazas al día (>500mg de cafeína/día) no tiene efecto carcinogénico en humanos.
Por su parte, el cafestol y el kahweol tienen efectos anti carcinogénicos por su participación en la inducción de enzimas involucradas en la detoxificacion de carcinógenos, la inhibición de enzimas responsables de la activación carcinogénica y la estimulación de mecanismos de defensa intracelular en la que intervienen antioxidantes. El ácido caféico, en cultivos de células de cáncer humano, inhibe la metilación del DNA, que es uno de los mecanismos que daña a esta molécula y por la cual se puede generar cáncer. Muchos polifenoles poseen propiedades anti carcinogénicos y el café es una fuente rica de ellos en forma de lignanos, fitoestrogenos y flavonoides.
Café y Cáncer:
En diversos estudios de laboratorio y de carácter epidemiológicos se ha observado, que el consumo habitual de café puede ejercer efectos benéficos sobre la prevención de diferentes tipos de cáncer.
Cáncer de mama: el cual constituye la segunda causa de muerte de mujeres en países industrializados. Algunos estudios han observado un efecto inhibitorio en el desarrollo de ésta enfermedad en mujeres premenopáusicas que consumieron hasta 6 tazas de café regular al día de manera cotidiana.
Cáncer colorrectal: se ha observado que el consumo de 4 tazas de café regular diariamente tiene un papel protector por la acción de cafestol y kahweol, por su capacidad para inducir la excreción tanto de ácidos biliares como de esteroles neutros en el colon. Además incremente la movilidad del intestino grueso en la región rectosigmoidea, mientras que la cafeína inhibe el desarrollo de las células de este cáncer.
Cáncer de hígado: el consumo habitual de 2 tazas de café regular parece que reduce de un 41-43% el riesgo del desarrollo de cáncer de hígado porque los polifenoles disminuyen el hierro disponible en el organismo, lo cual es una de las causas del daño al hígado. Además inhibe la elevación de las transaminasas de los hígados cirróticos.
Cáncer de riñón: el consumo diario de 3 tazas de café regular disminuye de algún modo el riesgo de contraer cáncer de riñón porque la cafeína tiene un efecto diurético al bloquear a la hormona antidiurética, además los antioxidantes del café previenen el daño al ADN, las proteínas y otras biomoléculas.
En el caso de personas que padecen cáncer hepático e hígado cirrótico, se ha observado que la toma de café es benéfica, ya que se encontró en estudios realizados que puede disminuirse el riesgo de muerte (prematura, causada por estas enfermedades) hasta en un 50% y un 40% respectivamente.
Conclusión:
A la fecha evidencia experimental de que el consumo de café tiene un efecto positivo para la prevención de cánceres de hígado y riñón. En cuanto al efecto del consumo de café en personas que padecen cáncer, se tiene poca información, pues son pocos los estudios que se han realizado en estas poblaciones. Sin embargo, se ha publicado que hay una disminución hasta del 50% de muertes de personas que padecen cáncer hepático, y un 40% en personas con hígado cirrótico.