Coordinadora Académica y Profesor Titular del Diplomado en Nutrición y Actividad Física, que se imparte Universidad Intercontinental .
Licenciada en Nutrición Carmen Ruiz
Introducción:
La gastritis es una inflamación de la mucosa del estomago que puede padecerse de forma aguda, por aparición rápida de síntomas y corrección de los mismos en pocos días, o del tipo crónico, en cuyo caso puede persistir durante años y producir ulcera péptica y otras complicaciones. Con frecuencia es producida por una infección causada por la bacteria helycobacter pylori, pero la etiología tanto de gastritis crónica como aguda, se asocia a un incremento en la secreción acida del estomago. Otras causas incluyen el consumo excesivo de alcohol y otras transgresiones dietéticas (comidas copiosas, abuso de condimentos fuertes e irritantes), las intoxicaciones de origen alimentario, el tabaco, el estrés, el uso prolongado de ciertos medicamentos (antiinflamatorios y antirreumáticos) o el abuso en la toma de aspirinas.
Los síntomas característicos son sensación ardiente en la boca del estomago que puede llegar hasta el pecho, acidez, nauseas, en ocasiones vómitos y flatulencia. Un estilo de vida saludable y adecuados hábitos alimentarios pueden prevenir la gastritis y, en caso de padecerla, mejorar los síntomas y prevenir posibles recaídas.
Dosis sugeridas o toleradas:
Cuando el paciente y el medico identifican síntomas asociados a un exceso de acidez estomacal que pueda dar como diagnostico una gastritis en curso, se deben evaluar los hábitos alimentarios tales como horarios de comidas, tiempos de ayuno, tipos y cantidad de alimentos que se ingieren. Solo el paciente es capaz de distinguir los alimentos que ocasionan malestar. Algunos pacientes refieren que el consumo de grasa o exceso de alimentos de origen animal genera mayor molestia y síntomas que el consumo de 1 a 2 tazas de café con sus alimentos.
Con frecuencia se descarta el consumo de café sin investigar que es el ayuno prolongado y grado de estrés lo que ocasiona el cuadro clínico de gastritis, evidentemente si es el primer alimento es solo una taza de café, la acidez gástrica no disminuirá y provocara síntomas.
Es pertinente identificar el hábito en el consumo de café del paciente con gastritis y proponerle sugerencias reales al respecto de sus hábitos de alimentación. En pacientes con episodios de gastritis aguda puede ser prudente evitar el consumo mientras se corrige el exceso de acidez y en pacientes con gastritis crónica, el consumo de café de forma habitual sin exceder 4 tazas por día y siempre junto con alimentos que promuevan la neutralidad del ambiente gástrico como galletas de avena, panes de trigo integral por ejemplo, permitirá que la gastritis no evolucione a ulcera y junto con recomendaciones del estilo de vida saludable y el tratamiento que el medio indique se controle la gastritis.
Mención de los estudios que relacionan la indigestión de café y sus efectos en el caso de personas con gastritis.
Más que relacionar el consumo de café con la acidez digestiva que permite el desarrollo de gastritis, es importante saber que la fibra soluble obtenida de una bebida promedio de café es conveniente a la salud digestiva por proporcionar alimento para la flora intestinal benéfica.
Cuando se consumen platillos saludables y en horarios regulares, incluir una taza de café puede ser parte de una mejor digestión de los alimentos.
Conclusión:
Para un consumidor de café resulta agresivo y poco grato que se le prohíba su consumo. Muchas veces adelantándose a esta restricción, el paciente erróneamente recurre al uso y abuso paliativos de la acidez gástrica posterior al consumo de café, camino que no corregirá ni mejorara la salud digestiva. El profesional de la salud debe brindar alternativas, analizando el estilo de vida de cada paciente para integrar un tratamiento viable y adecuado de la gastritis para asegurar una salud digestiva a largo plazo.
Bibliografía:
- Nieto Milla M. (2007). Influencia del consumo de la cafeína sobre la salud en la capacidad aeróbica y anaeróbica de los deportistas no profesionales. Revista Digital. Buenos Aires. Año 12. N° 114, Nov 2007. HYPERLINK “http://www.esdeportes.com” http://www.esdeportes.com
- Bell, D.G. & McLellan, T.M. (2002). Exercise endurance 1,3 and 6 h after caffeine ingestion in caffeine users and nonusers. J Apply Physiol 93, 1227-1234.
- Maymar-Mariño, M. y cols. (2003).Efectos de la cafeína en parámetros máximos aeróbicos y anaeróbicos. Apunts medicina del’sport, 141,5-8.